Solo quien ha pasado por una ruptura amorosa puede entender, lo mucho que duele este proceso. Los recuerdos abruman la mente. De pronto las risas, las palabras y los afectos que alguna vez existieron en la relación empiezan a entristecer el corazón.

Los lugares que visitaban dejan de ser divertidos. La comida pierde el sabor y las ganas de llorar parecen nunca acabar. ¿Por qué duele tanto una ruptura amorosa?

El relacionamiento

La psicóloga clínica Blanca Martínez del Centro de Psicología Aplicada (CPsA) de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), menciona que a este dolor hay que comprenderlo desde el relacionamiento.

Cuando dos personas están juntas, por un largo tiempo, intercambian afectos e ideas. Asimismo, comparten espacios y se vuelven muy cercanos. Sin embargo, cuando se rompe este vínculo un efecto de luto se apodera de la persona.

Terminar una relación supone la pérdida de una persona. Las ilusiones, los recuerdos bonitos o los planes a futuro se acaban y esto es un proceso difícil de digerir”, agregó la psicóloga clínica.

El cerebro en el desamor

A nivel cerebral también suceden cambios que podrían explicar el dolor de una separación. Los enamorados liberan altos niveles de oxitocina y dopamina. Un químico que activa el circuito de recompensa, encargado de motivar el placer. Los expertos afirman que este químico es similar a la euforia asociada con el consumo de algunas drogas.

«La dopamina y oxitocina desaparecen tras la ruptura y dan paso al cortisol: una hormona que se libera como respuesta al estrés y que provoca que el cuerpo responda con ansiedad, náuseas, malestar, entre otras cosas», dijo el doctor Diego Mera, docente de la Facultad de Medicina de la PUCE.

Las etapas

Algunas personas optan por mudarse, queman fotografías y hasta evitan las salidas con amigos. Aunque las etapas de duelo son diferentes en cada persona, es verdad que todos necesitamos un proceso para asimilar la ruptura, validar las emociones y aceptar lo sucedido.

“Desde la psicología comprendemos que para superar una ruptura de pareja, necesitamos pasar por un proceso. Es muy importante respetar nuestro propio ritmo de recuperación”, mencionó la PC. Martínez

Entre las etapas más comunes se encuentran:

Negación y duelo

Durante las primeras semanas, los afectados puede vivir en un estado de shock. Les cuesta asimilar que la persona con quién compartían la mayor parte del tiempo, ya no está.

“En las consultas, varios chicos llegan sin entender como un libro lleno de historias de pronto se convierte en una hoja en blanco. Perdidos, no encuentran qué hacer para superar ese dolor”. Comentó la PC. Blanca Martínez.

Emocional

Con el pasar de los meses, los recuerdos de la relación vuelven a aparecer. Las emociones no son claras. Algunas memorias vienen cargadas de dolor. Se inhiben todos los malos momentos y afloran los más bonitos recuerdos. Los afectados creen que tarde o temprano la persona volverá. Esto genera en ellos esperanza.

La etapa resulta confusa porque las personas suelen pensar que ya habían superado su ruptura amorosa. Sin embargo, es el punto clave para procesar todas las emociones y que tanto los recuerdos buenos como malos sean aceptados y superados.

Recuperación

Finalmente, se vive un proceso de reflexión, aceptación y asimilación de lo ocurrido. Se observa la ruptura desde una perspectiva más objetiva y madura. El dolor fue aceptado y esto permite a la persona entrar un estado de paz. Además, aprender de los errores y aciertos para futuras relaciones.

“Cada proceso es único. Sin embargo, las personas que cuenten con una buena economía afectiva podrán lidiar de mejor forma la ruptura amorosa”, dijo la PC. Blanca Martínez.

Economía afectiva

La psicóloga clínica explica que la economía afectiva es la forma de relacionarnos con otros. En espacios entre amigos, trabajo y familia circulan nuestros afectos. Damos y recibimos amor. Nos sentimos amados y amamos.

El problema está en que, algunas personas, al iniciar una relación, alejan a todo su círculo afectivo y dependen solo de un individuo. Por esta razón, la superación de una ruptura podría ser más complicado para estas personas que han abandonado su vínculo con otros.

Siempre recomiendo a los chicos validar sus emociones. Vivir el duelo y conocerse en esa nueva etapa. Lo importante es no ocultar lo que sentimos y mantener el contacto con amigos o familia que nos ayuden a exteriorizar lo que ocurre dentro de nosotros. Una relación no debería alejarnos de nuestro circulo cercano”. Concluyó la PC. Martínez.

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