La lección inaugural del segundo período académico 2025, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) tuvo un invitado muy especial: Emilio Cerezo, docente de filosofía por más de 40 años. Bajo el título De 1620 a 2025. La PUCE ayer y hoy: valores, proyección y praxis, el encuentro invitó a mirar la historia de las universidades jesuitas como un compromiso que sigue vivo en cada aula.
El Dr. Emilio Cerezo es filósofo y académico formado en la PUCE y en la Universidad de Tubinga, Alemania. A lo largo de su trayectoria como docente, investigador y fundador del Grupo Interdisciplinario de Bioética (GIB-PUCE), ha insistido en que la educación es, sobre todo, un espacio para formar conciencia crítica y sentido ético.
De 1620 a 2025, la PUCE ayer y hoy
Durante su intervención, propuso a los estudiantes mirar más allá del presente inmediato. Recordó que hace más de cuatro siglos comenzó la historia de las universidades jesuitas, y que esa tradición se resume en la máxima Ser más para servir mejor, que hoy sigue teniendo vigencia.
Emilio planteó una lectura del mundo contemporáneo marcada por tensiones y divisiones. En este escenario, explicó, el poder ya no opera con espadas, sino con relatos que fragmentan y polarizan. Frente a ello, el humanismo, la justicia y la Doctrina Social de la Iglesia nos recuerdan que solo el encuentro puede vencer la manipulación.
En este contexto, la tarea universitaria consiste en aprender a pensar con libertad y responsabilidad. Además, reconocer al otro como parte de ese mismo proyecto común.

El filósofo también subrayó que la PUCE debe sostener su labor sobre una fe que inspire, evitando caer en la superficialidad o en visiones que deshumanicen. Al mismo tiempo, insistió en la necesidad de afirmar una visión pluricultural, capaz de acoger la diversidad sin renunciar a la verdad que orienta el trabajo académico y social de la universidad.
Un mensaje de esperanza
El rector, P. Carlos Ignacio Man-Ging, S.J., invitó a la comunidad a mantener la curiosidad y la esperanza. “Lo hacemos con un espíritu de búsqueda de la verdad, que posibilita el encuentro y que, como señala el camino sinodal, nos invita a caminar juntos”, señaló sobre nuestra misión como PUCE.
Así, la lección inaugural fue una invitación a pensar críticamente, a construir comunidad y a recordar que cada estudiante de la PUCE forma parte de una historia. Esta comenzó hace cuatro siglos y hoy se renueva con cada paso dentro de la universidad. Porque juntos creamos un mundo mejor.
Revive la lección inaugural aquí:
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