En la pequeña comunidad de Capulí, ubicada en el cantón Rioverde de la provincia de Esmeraldas, Ecuador, vive Jessica Párraga. Es una joven de 17 años que ha demostrado que los sueños pueden hacerse realidad, incluso cuando las circunstancias parecen adversas. Con una serenidad inusual para su edad, Jessica compartió su inspiradora historia de superación, la cual la llevó a obtener una beca para estudiar en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Esmeraldas.

Para Jessica, crecer en una comunidad rural no ha sido sencillo. La falta de acceso a la educación fue uno de los mayores retos que enfrentó.

«En una zona rural, movilizarse para estudiar es complicado. Las distancias son largas, los buses escasos y muchos colegios carecen de suficientes docentes para atender a todos los estudiantes. Esto, entre otros factores, lleva a que muchos jóvenes abandonen sus estudios. Sin embargo, nunca me detuve; tenía muy claro mi sueño: esforzarme cada día para ingresar a la universidad», expresó Jessica con determinación.

El deseo de ser médica nació en su infancia, cuando enfrentó una enfermedad que le causaba inmovilidad en los pies y un dolor constante. En lugar de rendirse, Jessica decidió transformar ese dolor en una motivación para superarse.

«Mi enfermedad me motivó. Desde entonces supe que quería ser doctora para ayudar a las personas que sufren. Quiero servir a quienes más lo necesiten. Aunque me siento mejor y me es más fácil caminar, los médicos aún no han logrado diagnosticar mi condición. Yo espero algún día descubrirlo«, compartió.

A pesar de su condición, Jessica completó el bachillerato y comenzó a buscar la manera de lograr su objetivo de estudiar en la universidad.

«Mis padres siempre me han apoyado y motivado en cada paso. Recuerdo que una vez le dije a mi papi en tono de broma: “Me gustaría estudiar en una universidad privada”. Nos reímos y él me respondió: “No es imposible”. Aunque sabíamos que no teníamos los recursos, un día, investigando sobre becas, descubrimos que era posible estudiar en la PUCE. Postulé, reuní todos los requisitos, pasé los filtros y, gracias a Dios, alcancé la beca», contó emocionada.

Jessica es una de los 30 estudiantes beneficiarios de una beca otorgada por la PUCE Sede Esmeraldas en colaboración con la Alcaldía de Rioverde.

Estas becas cubren del 75% al 100% de los costos de las carreras universitarias.

«Para mí, ha sido una experiencia maravillosa. Siempre quise seguir estudiando, pero pensaba que no sería posible. Gracias a la beca, estoy cumpliendo mi sueño. Ahora tengo claro mi objetivo: convertirme en la mejor médica cirujana», relató Jessica con emoción.

Su gratitud hacia la universidad es palpable, reconociendo el apoyo que ha recibido y cómo esta oportunidad ha abierto un camino que antes parecía inalcanzable.

Jessica tiene un mensaje claro para los jóvenes que, como ella, sueñan con estudiar, pero sienten que las puertas están cerradas.

«A pesar de las dificultades, siempre hay oportunidades. Dios siempre abrirá caminos. Solo necesitamos perseverar, ser dedicados y no rendirnos», aconseja.

La historia de Jessica no solo inspira, sino que también resalta la importancia de iniciativas como los programas de becas. Estos pueden cambiar vidas y abrir puertas hacia un futuro lleno de esperanza y posibilidades. Ahora, Jessica forma parte de los más de 27 mil estudiantes de la PUCE que se preparan para dejar su huella en el mundo

Foto: Mgtr. Diego Jiménez, prorrector de PUCE Sede Esmeraldas, y Jessica Párraga.

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