“En los últimos días del 2019, lo que ocurría con el SARS-CoV-2 en China parecía lejano. No pensábamos que avanzaría tan rápido de diciembre a marzo 2020. Cuando llegó, vivíamos en la incertidumbre de no contar con datos sobre este virus”, recuerda el doctor Felipe Moreno-Piedrahita, docente de la PUCE, a dos años de que Ecuador tuviera que aprender a convivir con la COVID-19.
El 11 de marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al COVID-19 pandemia global. En esa misma fecha, a través del Ministerio de Salud, se anunció el Estado de Emergencia Sanitaria en Ecuador. Un día después se confinó a la población.
Han pasado dos años del confinamiento más estricto y de que se registraran miles de muertes producto de la pandemia que cambió la vida de la población. El doctor Moreno-Piedrahita, docente de la Facultad de Medicina de la PUCE, compartió su vivencia.
Su testimonio:
“Los 10 docentes que integramos el grupo de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la PUCE nos reunimos, ya trabajábamos juntos desde aproximadamente un año y medio, antes de la pandemia. Todos decidimos revisar artículos científicos sobre COVID-19, que estaban publicados en inglés y que traían información técnica».
Nos juntábamos a través de Zoom para dividirnos el trabajo y analizar los hallazgos. El objetivo fue generar resúmenes de evidencia en español, que sean de fácil uso y entendimiento para población general y las personas que toman decisiones.
A nosotros, como docentes de las carreras de Laboratorio Clínico y Medicina de la PUCE, nos interesó interpretar adecuadamente la información científica y ponerla en el contexto local. No debe valorarse por igual un ensayo clínico que se haya realizado en cien personas que en un millón, por ejemplo.
Los ecuatorianos estaban deseosos de recibir información. Muchos, cuando salían a las calles, usaban mascarillas, protecciones especiales y trajes, parecían personajes salidos de las películas de zombis.
Teníamos varios referentes a nivel mundial en este tipo de trabajos investigativos, por ejemplo la Universidad de Mc Master en Canadá y Universidad de Oxford en Inglaterra. Vimos que desde la PUCE también podíamos generar esos resúmenes de información con bases de datos internacionales».
Dióxido de cloro y más estudios
Uno de nuestros trabajos que más revuelo levantó fue sobre la validez y seguridad del uso de dióxido de cloro.
No encontramos ningún ensayo clínico que validara el uso del supuesto fármaco. Esto implicaba que se debía encontrar información en la que se administre el dióxido de cloro a un determinado grupo y a otro no, para conocer reacciones positivas y negativas. Algo que nos llamó la atención fue dar con un estudio respaldado por un notario. Al tratarse de un tema científico debería pasar por un comité de ética, no por revisiones legales.
Nuestro trabajo sirvió para mostrar que no existía evidencia científica que indicara que el dióxido de cloro funcionaba como tratamiento contra COVID-19. Algo grave fue hallar reportes de que había generado repercusiones en la médula ósea, hígado, corazón y sistema nervioso.
En total publicamos 34 resúmenes de evidencia científica. Entre otros temas tratados y compartidos a través de la web institucional tuvimos análisis sobre las pruebas rápidas, cloroquina/ hidroxicloroquina para profilaxis pre y post-exposición de COVID, múltiples tratamientos, túneles de desinfección, cámaras anti aerosol, trastorno del olfato y gusto, etc.
El doctor Moreno-Piedrahita recuerda que un exviceministro de Salud anunció que administrarían hidroxicloroquina en el país, como medida de prevención. «Dos años después se confirma lo que decía la evidencia: no se recomienda su utilización».
Miembros del grupo de Evaluación de tecnologías sanitarias:
Ruth Jimbo Sotomayor
Xavier Sánchez Choez
Andrea Manzano Pasquel
Julio Salazar Buenaño
María Luciana Armijos Acurio
Santiago Escalante Varoni
Gabriela Armijos Ruilova
Andres Zabala Parreño
Felipe Moreno-Piedrahita Hernández
Estudiantes de posgrado participaron:
Mayra Alejandra Méndez Delgado
Gilma Valeria Miranda Padilla
Santiago Evelio Nole Rivilla
Juan Tacuri Quezada
Mishell Benítez Guerrero
Diego Acuña Aguas
Jhon Caldas Ochoa
Jose Ajila Vacacela
Sebastián Padilla Yánez
Laura Cabezas Córdobva
Diego Guaquipana Manobanda
Denisse Grieco Valarezo
Denny Santos Saltos
Juan Carlos Cajamarca Paccha
Marcel Soledad Calahorrano Toledo
Susana Alejandra Castillo Mantilla
Daniela Maribel Yánez Vaca
Dayana Paulina Coronel Pichucho
Daniela Priscila Guerrero Carrillo
John Alexis Soria Apolo
Diana Alejandra Villacrés Silva
Otros docentes y alumni de la PUCE y de otras universidades:
Ana María Gómez Jaramillo
Karla Margarita Flores Sacoto
Valeria Araujo Lascano
Rosa Terán Terán
Carla Fernández Salazar
William Acosta Naranjo
Rodrigo Henríquez Trujillo
Ericka Karina Quishpe Narváez
Diego Mera Orces
Andrés Moreno Aroca
Iván Cevallos Miranda
Oscar Jaramillo
Patricio Correa Díaz
Francisco Caiza Zambrano
Lucía Astudillo Vallejo
Andrea Flores Almeida
Daniela Guevara Sánchez
Celio Romero Jiménez
Luis Sevilla Freile
Oscar Concha Zambrano
Felipe Moreno-Piedrahita contó su testimonio de cómo la PUCE ayudó a generar 34 resúmenes científicos sobre covid-19
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