Diego Tipán completó recientemente el séptimo semestre en Ingeniería Integral de la Facultad Internacional de Innovación PUCE-Icam en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) Tiene 21 años y hace poco regresó de su intercambio estudiantil en Toulouse, Francia. Este último año, lejos del país, transformó por completo su perspectiva tanto en lo académico como en lo personal.
El Instituto Católico de Artes y Oficios (Icam Francia) es una universidad internacional especializada en la carrera de Ingeniería General. Por ello, todos los estudiantes deben realizar, al menos, un año fuera de su país natal. La PUCE forma parte de la red mundial Icam. Esta, cuenta con sedes en países como Brasil, Camerún, Congo, India, República Democrática del Congo y Filipinas. Esto es posible porque tienen las mismas materias y modelo.
“En Icam Toulouse, la formación es muy especializada desde el inicio y se aprende haciendo. En la universidad tenían equipos de última generación y metodología de enseñanza que nunca había visto”, añade tras su año de estudio.
Un intercambio te reta, enseña y transforma
Durante su estancia, Diego enfrentó dos desafíos: el idioma y la adaptación cultural. Aunque había estudiado francés antes de viajar, le fue difícil adaptarse a los modismos y velocidad. Además, notó diferencias en el relacionamiento como la puntualidad estricta. “Allá, llegar dos minutos tarde ya es un problema”, recuerda entre risas.
A pesar de las dificultades, Diego considera que esta experiencia lo hizo crecer. “Lo que más desarrollé fueron habilidades blandas. Aprendí a vivir solo, a organizarme y a adaptarme a entornos completamente nuevos. Gané independencia y una visión más amplia del mundo”, afirma.
Ingeniería Integral, una opción innovadora
Eligió esta carrera porque le permite explorar distintas áreas de la ingeniería. “Tenía dudas sobre qué rama seguir, y esta opción me da la oportunidad de experimentar cada una desde la práctica. Además, ofrece la posibilidad de estudiar en el extranjero y aprender otros idiomas”.
Entre sus materias favoritas están las del dominio EEE (Electricidad y Electrónica) y MIA (Matemática, Informática y Automatización), ya que combinan teoría, programación y aplicación en proyectos reales. Actualmente, trabaja en la mejora de una incubadora para un laboratorio, aplicando conocimientos en electrónica, soldadura de placas y control de temperatura.
Diego recomienda estudiar en el extranjero a quienes tengan la oportunidad. “Sí da miedo, pero es una decisión de la que no te arrepientes”. Lo importante es prepararse bien, investigar sobre el idioma, las becas y la cultura del país de destino.



Consejos para quienes sueñan con un intercambio
Su consejo es claro. “Si no sabes qué rama de la ingeniería te apasiona, esta carrera te permite descubrirlo desde la experiencia”. La clave es tener una buena base en matemáticas e inglés y estar dispuesto a ser constante. La exigencia es alta, pero también lo es la recompensa”.
Con seguridad y entusiasmo, Diego señala que volvería a elegir esta carrera. Su historia demuestra cómo una formación con enfoque internacional y práctico puede transformar una vocación en una verdadera pasión.

Excelente testimonio e información