El viernes 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Este año, las científicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) buscan resaltar el trabajo que hacen quienes también están detrás de sus investigaciones. La temática es “Mujeres apoyando a mujeres: sororidad en las ciencias”.
Desde el 11 de febrero hasta el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, visibilizarán la labor de estudiantes, laboratoristas y más colaboradoras, algunas en formación, que son protagonistas del quehacer científico y académico de la universidad. Ellas hacen posible la publicación de artículos y también la ejecución de proyectos de vinculación con la colectividad.
Así lo aseguran la doctora Priscilla Muriel y la doctoranda Ma. Alejandra Camacho, docentes de la carrera de Ciencias Biológicas, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.
Como parte de la Red Ecuatoriana de Mujeres en la Ciencia (REMCI), nodo PUCE, han elaborado una agenda. Las actividades incluyen la divulgación de perfiles de mujeres que apoyan a los académicos, cuyo aporte pasa inadvertido. Así como de dos charlas en línea, que se desarrollarán el 8 de marzo.
Estos eventos serán incluidos en el programa de actividades de la REMCI en Ecuador. Las organizadoras esperan contribuir a la promoción y difusión de los trabajos de nuestras investigadoras.
Las organizadoras
La bióloga Ma. Alejandra Camacho, de 38 años, se especializa en mamíferos, se ha concentrado en estudiar la taxonomía y sistemática de los murciélagos neotropicales, así como divulgar sobre su importancia para los ecosistemas.
La bióloga Priscilla Muriel, de 46 años, tiene un PhD en Botánica Sistemática y su enfoque es en ecología de páramos y cambio climático.
Sus especializaciones combinan las labores de laboratorio con las del campo y por eso a sus estudiantes les remarcan que no hay carreras masculinas ni femeninas, como se pensaba cuando ellas se formaron. Su experiencia les permite dar mensajes en torno a la igualdad en el mundo de las ciencias.
En este 11 de febrero también quieren que se discuta sobre las brechas de género que existen todavía en el campo científico. Entre otros temas las brechas tienen que ver con distribución de cargas académicas, sueldos y reconocimiento, en función de los méritos.
La doctora Muriel apunta que históricamente, las científicas han tenido que escoger entre ser profesionales y un rol, más tradicional, como madres de familia. Ellas, enfatiza, buscan una conciliación, que se entienda que la labor científica no es incompatible con una familia. Ella tiene una hija de 7 años y la doctora Camacho, uno de 10.
“Cuando estaban pequeñitos tuvimos que hacer un pare en nuestras carreras, por la maternidad. Por eso registramos un vacío en cuanto a publicaciones en un par de años. Ahora que son más grandecitos van al campo con nosotras”, cuenta la bióloga Ma. Alejandra Camacho.
Otra científica de la PUCE, la doctora María Fernanda Ugalde, tiene una hija de 7 años. Es docente de la carrera de Arqueología. Cree que es importante que las niñas y niños crezcan con madres realizadas, felices y satisfechas con lo que hacen.
«Estoy convencida de que una madre realizada puede ofrecer un mejor entorno de crianza que una que está insatisfecha con su vida. Las mujeres tenemos una gran fortaleza, y sin duda es positivo que niñas y jóvenes vean cómo podemos combinar profesión y crianza y hacerlo en forma exitosa. También creo que es importante que esto deje de ser un tema de discusión y se vuelva un sobreentendido; al fin y al cabo, ¿cuándo interrogan a un científico exitoso (hombre) sobre su situación familiar?»
La colaboradora
Milena Castro, de 27 años, se graduó de bióloga en el 2019. Se siente agradecida por la formación y por el ejemplo que recibió en la PUCE de académicas, que han demostrado que la ciencia también es un área para las mujeres.
“En la Facultad de Ciencias Biológicas hemos tenido grandes docentes que nos han abierto el camino, como las doctoras Eugenia del Pino y Laura Arcos, tiempo atrás, y en los últimos años Priscilla Muriel, Alejandra Camacho, María Eugenia Ordóñez, Myrian Rivera”.
La joven bióloga señala que no se puede negar que existe una brecha en relación con las posibilidades de desarrollo que tienen los hombres y las mujeres en el mundo de la ciencia. “Cuando deciden ser madres, hay más responsabilidades”, comenta.
La bióloga Milena Castro ha trabajado en proyectos de tesis, investigaciones y programas de vinculación con la colectividad con la doctora Priscilla Muriel, a quien llama su “madre académica”, ya que con ella ha tenido una guía y un ejemplo.
“Las niñas y adolescentes necesitan ver que mujeres, como nosotras, iguales a ellas, están en este mundo, para que se animen a estudiar estas carreras”, enfatiza.
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