La Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) reafirma su compromiso de consolidar una cultura universitaria libre de violencia de género Para ello, desde el Vicerrectorado de Docencia y Estudiantes y la Dirección Nacional de Identidad y Misión se organizaron tres encuentros de capacitación a nivel nacional.
Estas jornadas se desarrollaron en el marco del Protocolo de Actuación frente a casos de violencia de género. Con el objetivo de reforzar su aplicación en todas las sedes de la universidad y garantizar que estudiantes, docentes y personal administrativo conozcan los mecanismos de acompañamiento disponibles.
Tres encuentros para avanzar paso a paso
La capacitación inició el 14 de julio. Este espacio estuvo dirigido a Comités de Ética, Coordinaciones de Bienestar y Unidades de Seguridad y Salud Ocupacional. Allí se trabajó sobre conceptos básicos y enfoques de género.
Luego, el 21 de julio, se realizó un segundo encuentro sobre procedimientos y fundamentos legales. En este caso, los participantes resolvieron dudas jurídicas y fortalecieron sus competencias en la atención de casos.
Finalmente, el 5 de septiembre, se llevó a cabo un taller presencial en Quito. Bajo el título Claves para la atención y el acompañamiento, contó con la participación de ONU Mujeres. Gracias a ello, se incorporó una mirada internacional con tres ejes principales: masculinidades no violentas, erradicación de la violencia de género y acompañamiento a víctimas.

En esta serie de talleres también se contó con la participación de reconocidos exponentes. Entre ellos Paola Moreno, de la Comisión de Género de la Compañía de Jesús en el Ecuador.
“Estos talleres nos permitieron conocer realidades que en nuestras sedes a veces no vemos. Es fundamental aprender a activar el protocolo de manera eficaz. Además, este tipo de espacios nos enseñan cómo tratar a una víctima con sensibilidad. Nuestro trato puede marcar la diferencia: generar confianza para que comparta lo que necesita o, por el contrario, cerrarle la puerta a un proceso de ayuda. Por eso, capacitarnos es clave para brindar una respuesta humana y eficaz”, mencionó el Mtr. Francisco Quintero de la PUCE en Esmeraldas.
Un esfuerzo con visión nacional
De esta manera, la PUCE reunió a delegados de sus sedes de Ambato, Ibarra, Esmeraldas, Santo Domingo, Manabí y Quito. Participaron comisiones sustanciadoras, disciplinarias y comités de ética. Así, se logró uniformar criterios de actuación y mejorar la capacidad de respuesta institucional.
“Este esfuerzo reafirma nuestro compromiso de promover una cultura respetuosa, armoniosa y libre de violencia de género. No se trata solo de tener un protocolo, sino de seguir perfeccionándolo y sensibilizando a la comunidad”. Así señaló Gabriela Cornejo, de la Coordinación Nacional de Acompañamiento, Bienestar y Beneficios Económicos.

Mirando hacia adelante
Al mismo tiempo, la universidad trabaja en la actualización del Protocolo de Violencia de Género. Este proceso recoge la experiencia de los últimos años, las lecciones aprendidas y los cambios en la estructura institucional. La nueva versión será presentada el 25 de noviembre, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Con estas acciones, la PUCE avanza con decisión. Su objetivo es claro: garantizar espacios seguros y mecanismos de apoyo integrales para toda la comunidad universitaria.
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