Desde las montañas del sur de la India hasta las aulas de Quito, la historia de Vinu Narayanan es la de un viaje interior y geográfico que lo llevó a redescubrir su vocación: enseñar. Graduado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Vinu es hoy docente en el Centro de Educación Continua de la EPN.
De la ingeniería a la educación
Formado como ingeniero en microelectrónica, Vinu trabajó varios años en su país antes de tomar la decisión de dejar su empleo para enseñar inglés en Sudamérica. Lo inspiró una conversación en medio de una excursión de montaña con otro ingeniero que acababa de regresar de las Islas Marshall, donde trabajaba como docente. Así conoció la ONG WorldTeach, que lo llevó a elegir Ecuador como su destino de voluntariado en 2018.
Su primer acercamiento a la docencia fue en la Escuela Politécnica Nacional. “Ahí me di cuenta de que enseñar no era solo una pasión, sino mi propósito”, recuerda. Su vínculo con los estudiantes y el impacto que podía tener en sus vidas lo motivaron a quedarse. Regresó a India por un tiempo, pero volvió a Ecuador en 2019 con visa de trabajo.
La PUCE y la legitimación de un sueño
La pandemia de 2020 le brindó una oportunidad inesperada, formalizar su vocación con estudios de posgrado. Así ingresó a la maestría en Pedagogía de los Idiomas Nacionales y Extranjeros.
“La formación fue excelente. Por primera vez, pude dar fundamento teórico a lo que ya hacía por intuición”, dice. Su tesis sobre la identidad profesional de los docentes de inglés en Ecuador marcó el inicio de una línea de investigación que continúa desarrollando.
En 2023 ganó el fondo Publícalo PUCE para ampliar su investigación, incorporando temas como el género y la identidad nacional en la enseñanza del idioma inglés. Aunque el artículo aún espera publicación en una revista académica, los hallazgos, dice, son prometedores.
Educación, cultura y lectura como puentes
Además de su rol académico, Vinu promueve espacios de diálogo intercultural como el Club de Lectura Bilingüe de Quito, un grupo abierto donde se leen libros disponibles en inglés y español. “En mi estado, Kerala, todos leemos, es algo cultural. Acá noté que faltaban espacios de lectura por gusto. Por eso quise crearlo”, explica.
El club se reúne cada sábado en la librería independiente Confederation Books, y cada encuentro es una excusa para hablar, pensar y soñar más allá de las fronteras.
“Estamos en un mundo globalizado. No se trata solo de aprender inglés, sino de entender las culturas, las identidades, lo que eso implica”, dice con convicción.
Seis lenguas, un mensaje
Vinu habla seis idiomas: malayalam, tamil, hindi, español, inglés y kannada. Y aunque la multiplicidad de lenguas ha enriquecido su mundo, es una frase en inglés la que mejor condensa su motivación. “I don’t just teach English. I teach my students how to dream.”
Para él, enseñar es abrir puertas, cambiar mentalidades y ofrecer a sus estudiantes una posibilidad de imaginar futuros mejores. “Muchos de mis alumnos viven en contextos muy duros. Cuando llegan a mi clase, quiero que encuentren un espacio feliz, donde puedan ser ellos mismos y soñar sin límites”.
Un cambio de chip
Con humildad, Vinu reconoce que su impacto es pequeño, pero constante. “Con mis pequeñas acciones, quiero cambiar el chip. Porque a veces los ecuatorianos no creen en sí mismos. Se autolimitan. Y como docente, eso me duele. Yo veo todo el potencial que tienen”.
A través de la enseñanza, la investigación, la lectura y la interculturalidad, Vinu ha encontrado en Ecuador no solo un hogar, sino una misión. Una que empezó en una montaña, pero que hoy se eleva con cada clase, cada libro compartido y cada estudiante que aprende no solo a hablar un nuevo idioma, sino a soñar en él.
