Doce años en prisión por defender su territorio. Un dirigente indígena acusado injustamente, criminalizado por oponerse a la explotación de los recursos naturales de su comunidad y reprimido violentamente por el Estado. La historia podría ser real, pero en esta ocasión fue el caso hipotético que estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) defendieron en la IV Edición del Concurso Centroamericano de Derechos Humanos. Una competencia académica de alto nivel que simula juicios ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) donde la PUCE logró el primer lugar.
Sobre la competencia
El concurso se llevó a cabo del 3 al 7 de marzo de 2025 en Costa Rica. Contó con la participación de diversas universidades de Centroamérica y Latinoamérica como México, Guatemala, Bolivia, Honduras, Colombia, Perú, Costa Rica y Ecuador. En este encuentro los estudiantes de la Facultad de Derecho y Sociedad, Steven Calvopiña y Bryan Silva con la guía del Mtr. José Valenzuela, director del Centro de Derechos Humanos de la PUCE (CDH PUCE) destacaron como el mejor equipo de la competencia.

“Este es un nuevo hito para la PUCE en su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la naturaleza” , agregó la doctora Elizabeth García, decana de la Facultad de Derecho y Sociedad.
Un camino de preparación y desafíos
El proceso de selección del equipo inició con un concurso interno en la PUCE. «Tengo que admitir que fue mi amigo Bryan quien me invitó a participar en el concurso. Su entusiasmo me inspiró a aceptar el reto» , confiesa Steven. En esta fase, los estudiantes se enfrentaron a compañeros de distintos semestres, lo que les permitió pulir sus argumentos y fortalecer su teoría del caso.
“Ganamos el concurso interno. Era algo que no lo esperábamos. Cuando fuimos seleccionados la verdad nos sentimos muy agradecidos. Fue un honor para nosotros representar a nuestra universidad y hacerlo bien. Así con entusiasmo nos fuimos a Costa Rica” , agregó Steven.
Durante la competencia, se llevaron a cabo varias rondas de audiencias, en las cuales los estudiantes debían defender su caso hipotético y responder a los jueces en tiempo real y con precisión técnica. «Vivimos cada segundo con tensión y la presión de no saber si íbamos a avanzar a la siguiente ronda, pero lo logramos con dedicación y esfuerzo» , explica Bryan.
Finalmente, el esfuerzo se vio recompensado. El equipo demostró su capacidad de argumentación y defensa, avanzando desde las rondas preliminares hasta la final. «Lo primero que sentí cuando nos anunciaron como ganadores fue un alivio inmenso. Fue un proceso de paso a paso, sin darnos por ganadores antes de tiempo» , relata Bryan emocionado.
El papel clave del entrenamiento y la estrategia
José entrenó a los jóvenes con un enfoque realista y exigente. «Nuestro coach, el doctor José Valenzuela, nos dio muchos consejos y estrategias. Una clave fue no usar papeles, lo que nos obligó a interiorizar el caso al máximo» , recuerda Bryan.
Para lograr este nivel de preparación, el equipo practicó intensamente con audiencias simuladas. «Nos decían que fuimos el equipo que más practicó con personas externas y eso se reflejó en nuestra seguridad al momento de la competencia» , añade Bryan.

Un caso hipotético con raíces en la realidad
Para los estudiantes, este caso no fue solo una simulación. Tanto en el Centro de Derechos Humanos de la PUCE como en su formación académica, ya habían trabajado con casos similares. «Hemos visto situaciones parecidas y eso nos ayudó a comprender mejor cómo debíamos defenderlo» , comenta Bryan.
José Valenzuela menciona que por años el CDH PUCE ha trabajado en casos semejantes, como el de Julio García, relacionado con la criminalización de la protesta social. “También hemos defendido comunidades indígenas en la protección de sus recursos naturales y territorios, como en el caso del río Piatúa en 2018 o el de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario desde 2020. Además, tenemos una importante experiencia en litigios internacionales que han llevado al Ecuador a ser sancionado por la Corte IDH» , dice José.
Un reconocimiento que trasciende el concurso
El impacto de este logro va más allá del reconocimiento inmediato. La PUCE ha demostrado ser una institución líder en la formación de defensores de derechos humanos. Actualmente, » somos la institución académica con el mayor número de casos activos en la Corte IDH. Este premio refuerza nuestra posición en la región”, afirmó el director del Centro.
Además, este concurso no solo fue una prueba académica, sino también una oportunidad para reafirmar el compromiso de los estudiantes con la defensa de los derechos humanos. «Siempre he sentido una inclinación por los derechos humanos. En el contexto actual, visibilizar estos espacios es crucial, ya que no solo abordan problemáticas a nivel nacional, sino también internacional«, enfatiza Bryan.
Igualmente, el premio obtenido por el equipo no es solo simbólico, sino que representa una gran oportunidad profesional. Como parte del reconocimiento, los estudiantes realizarán pasantías en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, una de las instituciones más prestigiosas en el ámbito jurídico internacional, al ser el más alto tribunal de justicia de la región. «A nivel personal, siento que es una responsabilidad, una linda responsabilidad, porque ahora tenemos el antecedente de ser ganadores de un concurso en representación de la PUCE. Estoy muy agradecido con Dios, con la PUCE y con mi familia por esta oportunidad», expresa Steven.
Las pasantías en la Corte IDH son altamente competitivas. «Cada año, más de 2000 personas aplican para estos espacios y solo unos pocos son seleccionados. Que nuestros estudiantes hayan logrado esta oportunidad es un honor y un reflejo del alto nivel de formación que han desarrollado», subraya José.
El premio en casa
Así, en un acto representativo, los estudiantes entregaron este reconocimiento a la decana de la Facultad de Derecho y Sociedad.
«Este éxito es el resultado del esfuerzo de toda la comunidad de la PUCE: docentes, estudiantes, investigadores y profesionales que han pasado por el Centro de Derechos Humanos y que han contribuido a fortalecer esta formación», comenta la decana.
Un futuro prometedor
Con este logro, la PUCE refuerza su compromiso con la defensa de los derechos humanos y el litigio estratégico a nivel internacional. «Esperamos que esta victoria inspire a más estudiantes a participar en estos espacios y que continúen formándose como defensores de derechos humanos», concluye Valenzuela.
Sin duda, la PUCE no solo ha ganado un concurso, sino que ha fortalecido su legado en la lucha por la justicia y la defensa de los derechos fundamentales en América Latina.
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