Cuando eras niño, ¿alguna vez soñaste con cambiar el mundo o pensaste en cómo acabar con la pobreza? Muchos lo hicimos. Mientras algunos dejaron esas ideas en el pasado, otros las convirtieron en acciones. Tal es el caso de Paula Suárez, representante del Ecuador ante el Banco Mundial desde 2018.
Ella se graduó en Economía en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). El compromiso de Paula con las causas sociales es algo que lleva en la sangre. Desde pequeña, creció en un entorno donde las iniciativas de impacto social eran parte del día a día.
El trayecto hacia su puesto en el Banco Mundial estuvo lleno de aprendizajes. Hoy, su rol se centra en alinear los objetivos del banco con las prioridades de desarrollo del Ecuador. También trabajar por un presente y un futuro más equitativo y sostenible.
A los pocos minutos de hablar con ella, no puedo evitar notar su pasión por aprender y aplicar sus conocimientos. Esta es su historia.
¿Cómo se define Paula Suárez?
Se define como una persona curiosa y con constantes interrogantes. Ama aprender casi tanto como “hacer las cosas”.
A sus 48 años, tiene una hermosa familia con dos hijas. En su hogar, las tareas son compartidas y eso le ha permitido desarrollar su carrera en equilibrio con su vida personal. Ese ejemplo lo vio desde niña en su casa.
Su familia
Paula comenta que los temas sociales y políticos estaban en la sobremesa desde que tiene memoria. El abuelo de su padre fue Pablo Arturo Suárez, una figura destacada en el desarrollo de la salud pública en Ecuador. Fue un destacado médico e investigador en campos como la radiografía, la salud pública y la medicina social. Visitó varios países de Europa y América donde se vinculó con figuras importantes y aumentó su conocimiento.
Una de las preocupaciones principales de su abuelo fue la salud en las comunidades indígenas. Asimismo, sus padres trabajaron de cerca con Monseñor Leonidas Proaño, en comunidades de la Sierra, especialmente en Chimborazo. Además, participaron en proyectos de trabajo social en barrios periféricos de Quito. Ella y su hermana crecieron en ese ambiente que las inspiró para toda su vida.
“Mi madre fue activista y estuvo involucrada con el movimiento feminista. Siempre lo vimos como natural. También trabajaba con títeres como herramienta lúdica para transmitir mensajes”, señala Paula.
Una perspectiva global
Paula agradece una segunda perspectiva que heredó de su familia: la conexión con el mundo. “Estoy muy agradecida por la posibilidad que nos dieron nuestros padres, me permitió sentir más oportunidades más allá del Ecuador”.
Desde temprana edad pudo viajar y vivir en distintos países. Las fronteras no fueron un obstáculo para sus sueños. Adicionalmente, contó con el ejemplo de varios familiares vinculados con la diplomacia.
Por el trabajo, su familia se mudó un año a Estados Unidos. Allí aprendió inglés de manera fluida y se hizo bilingüe.
También, vivió un año en Francia para aprender el idioma mientras trabajaba como niñera. Además, desarrolló su tesis en Alemania, gracias a una beca, y estudió maestrías en Estados Unidos.
Su paso por la PUCE, más allá de las aulas
Cuando terminó la secundaria, Paula comenta que se enfrentó a una de las decisiones más difíciles de su vida: ¿qué estudiar? “Me gustaba todo y no sabía qué elegir”, dice.
En primer lugar, había decidido estudiar Arquitectura, pero, cuando estaba en la fila para matricularse se arrepintió. Prefería estudiar Lenguas Aplicadas a los Negocios Internacionales en la PUCE (actualmente, la universidad ya no cuenta con esta oferta de carrera). Para hacerlo, necesitaba saber inglés y francés. Ahí fue cuando decidió viajar y trabajar en Francia. Permaneció un año estudiando la carrera.
En Europa, identificó que, pese a que la situación en otros países no era ideal, las brechas de desigualdad social son mucho menores. Entonces, descubrió su vocación, que consiste en buscar alternativas para reducir la pobreza en países como el Ecuador. Comprendió que necesitaba ampliar sus conocimientos en economía, estadística y política y escogió cambiarse a la carrera de Economía.
Profesores apasionados la marcaron
Paula recuerda con mucho cariño a los profesores que la marcaron en la Facultad de Economía. Destaca que varios de ellos estaban vinculados a proyectos prácticos. Además, los profesores involucraban a los estudiantes en varias de sus iniciativas, dándoles la oportunidad de aplicar los conocimientos que aprendían en clases.
“Seguramente, mis compañeros me deben recordar como la que siempre preguntaba. Tengo en mi memoria, con mucho agrado, la pasión con la que los docentes nos enseñaban. Algunos de ellos estudiaron sus maestrías en Estados Unidos y Europa nos transmitían lo que aprendieron. Cuando salimos de la universidad, estábamos preparados a ese nivel”, agrega Paula.
En su paso universitario también participó en proyectos extracurriculares. Formó parte de la Asociación de Estudiantes de la Escuela que organizó varios eventos académicos y proyectos en los que Paula hizo realidad muchas de sus ideas.
También colaboró en AIESEC (siglas en francés de Association Internationale des Etudiants en Sciences Economiques). Es una organización internacional integrada por jóvenes de entre 18 y 30 años que busca impulsar el liderazgo de estudiantes en proyectos sociales. Paula reconoce que allí adquirió muchas habilidades para la gestión de proyectos, autogestión y vinculación con actores estratégicos.
Paula Suárez y el Banco Mundial
Paula, antes de unirse al Banco Mundial, acumuló una amplia experiencia en el sector público y en organizaciones no gubernamentales. Ocupó cargos en los ministerios de Economía y Finanzas y de Energía y Minas. Asimismo, trabajó como consultora para instituciones como Naciones Unidas y The Nature Conservancy.
En el Banco Mundial, su principal responsabilidad es maximizar los beneficios de la institución para Ecuador. Al mismo tiempo, promueve el aporte del país a nivel global. Su trabajo se enfoca en tres líneas:
- Gestión de financiamiento para proyectos sociales, ambientales y de infraestructura, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Generación de conocimiento para apoyar la toma de decisiones, mediante investigaciones que abordan las realidades específicas del país. Paula subraya el valor de la interdisciplinariedad para un análisis profundo de las problemáticas.
- Colaboración entre el sector público y el privado con el objetivo de reducir las brechas de desigualdad social mediante el esfuerzo conjunto.
Paula Suárez forma parte de la comunidad de más de 77.000 graduados que dejan huella en la sociedad. Su preocupación por las problemáticas sociales la impulsa a trabajar arduamente por un futuro mejor para el país.
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Felicitaciones Paula y gracias por trabajar por un Ecuador mejor en las personas más vulnerables. Dios te bendiga en tu camino.
Gracias Cecilia. Coincidimos completamente contigo.
Emociona que Paula ponga su capacidad y preparación al servicio de las causas sociales del país! Gracias y felicitaciones a ella y su solidaria familia!
Gracias Ana María. Es muy emocionante 🙂