En la lucha contra el cambio climático, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) integra la mesa de Reducción de emisiones por deforestación, degradación de bosques más conservación de bosques y manejo sostenible (REDD+). En este espacio, la universidad aporta a la reducción de los efectos de este fenómeno climático.
“La mesa tiene una estructura participativa para el proceso de construcción de políticas públicas. Como el cambio climático tiene mucha incidencia en lo local, los resultados se consiguen localmente,” comenta la doctora en políticas públicas ambientales María de los Ángeles Barrionuevo, docente de la Facultad de Economía y delegada académica de la PUCE en la mesa.
La REDD+
REDD+ es un espacio para mitigar el cambio climático. Impulsa actividades que reducen las causas de la deforestación y promueven la conservación. Asimismo, fomenta el manejo y uso sostenible de los recursos de los bosques.
A esta mesa pertenecen 41 organizaciones entre sociedad civil, academia y organizaciones de mujeres y jóvenes de pueblos y nacionalidades indígenas. Además, comunidades de base, organizaciones campesinas y montubias, gremios, asociaciones de pequeños productores, empresa privada y el Gobierno.
Entre las universidades participantes están: Universidad Estatal Amazónica, Universidad San Francisco de Quito, Universidad Técnica Particular de Loja y la PUCE.
El trabajo de la PUCE
La labor de nuestra universidad se destaca por la generación de productos académicos significativos, incluyendo dos publicaciones en revistas de alto impacto. Estas publicaciones no solo aportan al debate, sino que visibilizan lecciones aprendidas.
Igualmente, la universidad ha jugado un papel crucial en la divulgación, abriendo espacios en eventos y apoyando a actores como el Programa Amazonía. Esta iniciativa busca equilibrar el desarrollo económico con la conservación de la biodiversidad.
En ese contexto, la PUCE fue reconocida por su destacado papel en la REDD+. Este reconocimiento se fundamenta en diversas contribuciones que abarcan el ámbito académico, el respaldo a políticas públicas y la práctica comprometida.
“La PUCE no solo se ha convertido en un agente de ayuda y asesoría, sino también en un ente de difusión hacia la ciencia”, explica la magíster Verónica Cordero, docente de la Facultad de Economía y delegada alterna de la PUCE en la mesa.
Así, la PUCE no solo contribuye académicamente, sino que su compromiso también refleja la esencia de la encíclica Laudato si’ del Papa Francisco. En la práctica y desde la teoría, la universidad trabaja como defensora de la Casa Común.