En estos tiempos en el que todos intentan ser incluyentes, ya sea en textos, películas o un simple tuit, da la impresión que esa palabra pierde su significado real. Pero, ¿qué es la inclusión? Tal vez, solo es que todos puedan caminar por el parque, andar en bicicleta, agarrar un plato de una mesa o, simplemente, leer el menú de un restaurante. La ejecución de estas acciones, de apariencia sencilla, para más de 400 mil personas en Ecuador es imposible.

En este contexto, nacen propuestas que van más allá de las palabras. Propuesta que logran que las personas se sienta parte de la vida, es decir, “incluidos”.

Así, surgió hace tres años, en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), el Proyecto Jubilous3D. Un programa de investigación aplicado para el beneficio de la comunidad, en especial para la población con escasos recursos económicos.

Este proyecto espera mejorar la calidad de vida de las personas que requieren una prótesis o dispositivos que les ayude a realizar sus actividades diarias. La elaboración de estos productos se realiza a través de la impresión 3D y de escáneres.

“Una de las ventajas de utilizar la tecnología 3D es que nos permite bajar los costos de producción, lo que hace que sea más accesible para la población”, explica el ingeniero informático, Alberto Larrea, coordinador del proyecto.

Desde sus inicios, en el proyecto se han realizado prótesis de orejas, dedos, manos y brazos con moldes exactos y diseños totalmente personalizados, pensados para que se adapten al paciente y a sus necesidades.

Un equipo multidisciplinar

El equipo de Jubilous3D está conformado por ingenieros, médicos, psicólogos, técnicos, investigadores, diseñadores de productos y fisioterapeutas.

Este grupo de expertos, además de evaluar a los beneficiarios, brinda apoyo en todo el proceso de creación y colocación de la prótesis o dispositivo, con el objetivo de que el paciente se apropie de la herramienta y la haga parte de su vida.

“Es importante que la persona esté psicológicamente apta para recibir la prótesis o la herramienta de ayuda, con el fin de que esta sí sea utilizada”, comenta el ingeniero Larrea.

Para el diseño de las prótesis o dispositivos, los profesionales de Jubilous3D requieren entrevistas con el beneficiario e investigaciones científicas, psicológicas, conductuales y de los materiales. Esto les permite conocer las necesidades reales del paciente, así como establecer la mejor herramienta para su beneficio.

Además, Jubilous3D cuenta con el apoyo del Centro de Estudios Aplicados en Química de la PUCE (Cesaq), que analiza la materia prima de las prótesis, para verificar la calidad del material, la resistencia del mismo y el riesgo de uso para el paciente.

Un poco de historia de Jubilous3D

La primera prótesis que se diseñó, como parte del proyecto, fue un brazo para un niño de tres años que nació con una agenesia (falta de crecimiento de un miembro durante la gestación) de la extremidad superior izquierda.

Su necesidad: poder andar en bicicleta y jugar con otros niños. Gracias al dispositivo que se le creó, hoy su rostro dibuja una sonrisa, mientras anda en bicicleta y comparte con otros niños.

Como en esta historia, ocho personas más fueron beneficiarias de Jubilous3D, hasta que llegó la pandemia y este equipo y la PUCE centró toda su energía en realizar aparatos para la protección del personal médico.

En ese tiempo, se elaboraron 5.000 protectores faciales, 24 cajas de entubación y 14 generadores de ozono que fueron donados a hospitales públicos en la emergencia sanitaria que ha vivido Ecuador desde el 2020.

Nuevos retos

En el 2022, Jubilous3D está trabajando en dos proyectos: diseñar un exoesqueleto semiinteligente y crear un asistente de ayuda visual.

El primero es para un estudiante de Psicología de la PUCE que perdió sus brazos en un accidente de tránsito. Se está diseñando un exoesqueleto que le permitirá adaptarse a las prótesis de sus extremidades superiores. En el mercado, actualmente, no existe un producto que cubra sus necesidades.

El segundo es para una estudiante de Enfermería de la PUCE que está perdiendo su visión de forma progresiva. La idea es diseñar un asistente de ayuda visual que le permita leer textos impresos y en pizarras, que registre la ubicación de objetos y con el que se pueda comunicar.

Finalmente, estudiantes de la PUCE siguen brindando su apoyo en este proyecto. En los últimos tres años, se ha ejecutado más de 500 proyectos de vinculación.

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